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Colaboraciones  Figura 2. Factibilidad de atestación de daños atribuibles a la radiación mediante el peritaje de radiopatólogos, radioepidemiólogos y radioproteccionistas. los efectos, que van desde la atribución hasta la inferencia. En un escenario de dosis alta, lo más probable es que los efectos sean clínicamente observables y diagnosticables en individuos expuestos y, por lo tanto, fácilmente atribuibles por un radiopatólogo experto calificado. En la región de do- sis moderadas, los efectos no son directamente atribuibles a los individuos porque pueden ocurrir efectos similares de- bido a otras causas, pero son estadísticamente consistentes con la incidencia de fondo del efecto que se ha estudiado en  ciertas  poblaciones.  Esta  incidencia  se  puede  cuantifi- car matemáticamente como una probabilidad frecuantista puede ser y atestiguada por un perito radioepidemiólogo. Los radiopatólogos pueden atestar la ocurrencia de efectos basándose en diagnósticos individuales de efectos resultantes de la exposición a altas dosis. Los radioepide- miologos se basan en probabilidades frecuentistas de la ocurrencia de efectos en cohortes de poblaciones expues- tas a dosis medianas y altas, las que se pueden determinar con cierto grado de certeza. En el rango de dosis bajas a muy bajas, la mayoría de los efectos no son observables ni atribuibles y, por lo tanto, su ocurrencia no se puede comprobar con certeza razonable. Sin embargo, se puede argumentar que los efectos de un incidente de dosis baja pueden ser biológicamente plausibles y, por lo tanto, se podría inferir un riesgo y un posible daño por radiación a través del juicio personal de expertos en radioprotección, o radioproteccionistas, mediante la asignación de proba- bilidades subjetivas. Las probabilidades ofrecidas por los radioproteccionistas en estos casos de dosis bajas no son objetivas como las probabilidades frecuentistas demostra- das por los radioepidemiologos, ya que están sesgadas ha- cia la opinión de expertos basada en la experiencia en lugar de hechos científicos indiscutibles.  La Figura 2 describe como radiopatólogos, radioepide- miólogos y radioproteccionistas pueden ejercer peritaje como expertos calificados en el contexto de una acción le- gal: los primeros atestiguando la ocurrencia real de efectos en la salud que se pueden diagnosticar en individuos; los segundos atestiguando la ocurrencia real de efectos en la salud de la radiación que se pueden estimar en cohortes de población utilizando estadísticas sobre la incidencia y dis- tribución de enfermedades asociadas con la exposición a la radiación; y, los terceros infiriendo los riesgos de radiación  a partir de la teoría y no de los hechos. Los radiobiólogos son un cuarto grupo de científicos que  podrían situarse entre los radiopatólogos y los radioepide- miólogos. Un radiobiólogo tiene experiencia en la rama de la biología relacionada con los efectos de la radiación ioni- zante en organismos, órganos, tejidos y células. Estos cono- cimientos pueden ser útiles, sin atestiguar directamente la ocurrencia real de cambios biológicos en un individuo, para demostrar efectos probables en los tejidos después de la exposición a la radiación, y mediante la extrapolación de datos recopilados en estudios y análisis de especímenes de bioensayo especializados, tales como muestras hematoló- gicas y citogenéticas. 22 Abel Julio González - RADIOPROTECCIÓN • No 104 • Julio 2022 


































































































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