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  mayoría de las empresas (68 %) tienen menos de 10 trabaja- dores, lo que generalmente ha hecho difícil que puedan do- tarse de técnicos cualificados para la vigilancia radiológica.
Podemos decir por tanto que es en el porcentaje de em- presas de más de 20 trabajadores, los que antes hemos denominado mayoristas, los que hasta ahora centran la labor de vigilancia radiológica, pues como hemos dicho son los que tienen la capacidad para dotarse de equipamiento y personal.
Poco a poco, la cada vez más compleja normativa am- biental, unida a los requerimientos normativos en otros ámbitos como la prevención de riesgos laborales ha hecho que las empresas, a casi todos los niveles, se hayan visto obligadas a tener personal técnico, o a que el propio dueño asuma esas funciones.
Sin embargo, seguimos considerando que obligar a esas empresas de menor tamaño, que no están capacitados para ello, a implantar el Protocolo o aplicarles una norma sigue siendo un grave error.
Volviendo a la aplicación práctica del Protocolo, como he- mos dicho las empresas mayoristas poco a poco se han ido acostumbrando a realizar la vigilancia radiológica, para lo cual ha sido imprescindible el dotarles de personal formado a través de los cursos gratuitos impartidos por Enresa con la colaboración de los firmantes del Protocolo y ya a nadie le sorprende la presencia de pórticos o de carteles informativos en las empresas.
Figura 7. Pórtico en forma de L invertida.
EVOLUCIÓN EN LA VISIÓN DE LOS RECUPERADORES DE LA VIGILANCIA RADIOLÓGICA
Aunque algunas veces debido a problemas de espacio, pues hay empresas que llevan operativas decenas de años y no siempre es fácil su instalación, ha habido que ser crea- tivos a la hora de instalar los pórticos, como por ejemplo poniendo paneles en forma de L invertida (Figura 7).
En el desarrollo y aplicación del Protocolo es necesario mencionar que ha tenido una gran importancia la labor del Grupo Técnico, que integrado por representantes de la mayoría de los firmantes, ha ido analizando a lo largo del tiempo la evolución en su aplicación y detectando y solucionando, en un ambiente de consenso, los problemas que inevitablemente han ido surgiendo a lo largo del tiem- po.
Fruto de este trabajo se han generado diversos documentos como los procedimientos de control de material mediante pórtico o detector portátil, los procedimientos de actuación en caso de incidente de fusión o de rotura de fuente o de traspa- so de material desclasificado, entre otros, que han facilitado a los operadores la resolución de las incidencias relacionadas con la presencia inadvertida de material metálico contamina- do en sus instalaciones.
En esta aplicación práctica la sensación general es po- sitiva, aunque en algunos casos debido a la ausencia de equipamiento adecuado, el tener que sufragar los costes (al no poder repercutirlos al proveedor) de caracterización del isotopo y del cálculo de la actividad ha generado “disgusto” en las empresas.
Otras veces, el problema ha sido al contrario, el tener que asumir costes por el material radiológicamente activo suministrado conscientemente por el proveedor, encontrán- donos con el supuesto de empresas que generan residuos contaminados con NORM y, conscientemente, han buscado gestores de pequeño tamaño que no tenían pórtico para venderles un material que sabían que “pitaba” en los pór- ticos para no tener que hacer frente a posibles repercusio- nes, Luego estas empresas pequeñas al entregar el material al mayorista o a la acería se llevaban la sorpresa de tener que hacer frente a los costes de segregación, caracteriza- ción, etc.
A este respecto nos consta que el CSN está tomando con- ciencia del problema de los generadores de NORM y ha empezado las acciones para la correcta ejecución práctica de la Orden IET/1946/2013, de 17 de octubre, por la que se regula la gestión de los residuos generados en las activi- dades que utilizan materiales que contienen radionucleidos naturales, pero estas cosas van más despacio de lo que a nosotros nos gustaría.
También nos encontramos con aquellas empresas, que habiéndose dotado de sistemas de vigilancia, no se han ads- crito al Protocolo pretendiendo de este modo eludir posibles responsabilidades y es algo que nunca hemos entendido,
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