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  Figura 2. Correlación entre el Ka,e medido en el ojo izquierdo y PKA. Figura 4. Correlación entre el Ka,e medido en el ojo izquierdo y Ka,r. desde diciembre de 2016 hasta abril de 2017. Por último, introduciendo en estas regresiones los 35 indicadores de dosis registrados obtenemos un valor medio de dosis en cristalino por procedimiento de 64 ± 2 mGy para el ojo izquierdo y 21 ± 1 mGy para el ojo derecho. Discusión A pesar de que el resultado de nuestro trabajo procede de la experiencia de un único centro, el valor típico de dosis obtenido para el tratamiento de retinoblastomas por quimioterapia intraarterial supraselectiva representa una primera aproximación a los DRL en neurorradiología intervencionista pediátrica. Estos procedimientos no son comunes, pero pueden dar lugar a altas dosis de radiación en pacientes individuales \\\\\\\\\\\\\\\[8\\\\\\\\\\\\\\\]. En nuestro estudio, hemos demostrado que la toxicidad de la radiación en el cristalino de los pacientes no es despreciable. De hecho, el paciente con mayor exposición se estima que recibió un 50% de la dosis umbral para la aparición de cataratas radioinducidas (500 mGy) \\\\\\\\\\\\\\\[6\\\\\\\\\\\\\\\] en el ojo a tratar y de un 17% en el ojo sano. Por lo tanto, el umbral para la aparición de cataratas podría superarse si se realizaran aproximadamente 8 intervenciones a un mismo paciente. Gobin et al. \\\\\\\\\\\\\\\[4\\\\\\\\\\\\\\\] menciona que el núme- ro de sesiones puede variar entre 1 a 9, para una muestra de 229 pacientes con edades comprendidas entre 1 mes y 21 años (edad media 15 meses). Además, un estudio reciente Figura 3. Correlación entre el Ka,e medido en el ojo derecho y PKA. Figura 5. Correlación entre el Ka,e medido en el ojo derecho y Ka,r. de exposición ocupacional a la radiación muestra riesgo de cataratas asociado con una dosis absorbida en cristalino inferior a 100 mGy \\\\\\\\\\\\\\\[24\\\\\\\\\\\\\\\]. Actualmente no tenemos evidencia de la aparición de cataratas en ninguno de nuestros pacien- tes pediátricos, aunque el período de latencia aún no se ha alcanzado (2 a 3 años \\\\\\\\\\\\\\\[25\\\\\\\\\\\\\\\]). Las medidas realizadas con dosímetros OSL indican que la dosis absorbida por el ojo izquierdo fue mayor que la absor- bida por el ojo derecho, independientemente del ojo trata- do (Tabla I). Este resultado podría deberse a que el tubo de rayos X siempre se encontraba a la izquierda del paciente al tomar las imágenes laterales. Habitualmente el neurorradió- logo se coloca a la derecha del paciente, y el tubo de rayos X se coloca de tal manera que la radiación dispersa recibida por el médico sea la menor posible. Si el tubo se girara en la dirección opuesta cuando se trata el ojo derecho, se podría optimizar la dosis recibida por el ojo izquierdo. En nuestro caso, este enfoque podría recomendarse si se esperasen más de 8 sesiones de tratamiento (es decir, cuando sea posible superar el límite de dosis para la aparición de cata- ratas radioinducidas). Sin embargo, con fines de protección radiológica, esta nueva configuración del haz implicaría cambiar la posición del neurorradiólogo a la izquierda del paciente, o el uso de herramientas adicionales de protec- ción radiológica. Dado que esta estrategia de optimización podría tener implicaciones clínicas, su aplicación será objeto   ESTIMACIÓN DE LA DOSIS DE RADIACIÓN EN CRISTALINO DE PACIENTES PEDIÁTRICOS EN EL TRATAMIENTO DE RETINOBLASTOMA 61 Colaboraciones 


































































































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